Este pasado fin de semana (24-25/05/2014) me desplacé con 6 de mis
alumnos y la mujer de uno de ellos, Juan, Kike, Javi, Cristina, Julián, Gustavo
y su mujer Mamen, al curso anual de Aikido en Moralzarzal. Un curso que el
grupo Atemi consideramos de vital importancia para la evolución de nuestro
Aikido. Y es por algo muy sencillo, no hay otro curso donde puedas disfrutar de
estos tres grandes Maestros, impartiendo una clase cada uno, y mostrando su
manera de entender este arte marcial, por lo menos es lo que yo pienso.
Para nosotros también es una ventaja vivir a poco más de una hora del
evento, pero creo que al igual que otros muchos compañeros, si tuviéramos que
desplazarnos más lejos, lo haríamos sin problema porque merece la pena. Y que
conste que también nos dio tiempo ver al Real Madrid ganar la Décima y
celebrarlo, aunque con conocimiento jejeje.
Como siempre llegamos bien de hora para hacer acto de presencia en el
hotel, después hacer la inscripción en el curso, y estar preparados en seiza
para cuando entraran los Maestros. Dándonos tiempo a saludar a los muchos
compañeros de distintos puntos de la geografía española. Alrededor de 80 aikidokas
de 3er kyu para arriba, ya que sólo uno no tenía hakama, esperábamos las enseñanzas
de la familia Sánchez. 34 de ellos se presentaban a exámenes de Shodan ó Nidan.
Entre ellos 3 de mis alumnos, Cris, Julián y Gustavo a Shodan y 1, Juan a
Nidan.
Llegó el momento de la primera clase, de 11 a 13 horas de la mañana del
sábado, el turno para el Maestro David, como siempre con una energía que
transmite desde el momento que pisa en el tatami. La variedad de ataques y de
técnicas no voy a decirlas, porque sabéis que para eso no hay nada mejor que
asistir al curso. Me quedo con el ryotedori kokyunage que realizó como si
fueras a hacer koshinage pero en vez proyectar con las caderas, bajando el
centro hacía el suelo y dejando pasar. Después de esta gran primera clase,
ducha, comida, tertulia aikidoka y relax hasta la siguiente.
Llegó más rápido de lo esperado la segunda clase, de 18 a 20 horas del
sábado, el turno para el Maestro Roberto, como siempre con esa potencia pero
sin fuerza, que es lo difícil, que transmite desde el momento que pisa el
tatami. Nos sorprendió trabajando tanto dori en mitad de la clase, algo muy
agradecido por los que el domingo tenían examen de grado dan. Me quedo con
katadori men uchi kokyunage dejando pasar el ataque men y aprovechando esa
fuerza del ataque para proyectar también a la mano del katadori. Después de
esta gran segunda clase, ducha, primera parte del fútbol, cena, segunda parte
del fútbol, copita para celebrar la Décima del R.Madrid y a dormir tempranito,
que para algunos quedaba lo más duro del fin de semana.
Llegó la tercera y última clase, de 10 a 12 de la mañana del domingo, el
turno para Shihan Tomás Sánchez, como siempre con esa clase y categoría que
transmite desde el momento que pisa el tatami. Eligió el ataque de ushiro
ryotedori, mostrando lo que a continuación se pediría en los exámenes. Siempre
me sorprende Shihan con ese gesto de caderas tan innato que demuestra en cada
una de las técnicas.
Llegó el momento que muchos aikidokas esperaban desde hace meses. Pasando
por su mente cada segundo, cada minuto y cada hora que han dedicado a preparar
ese examen que les hará de pasar a Shodan o Nidan. Mi deber era tranquilizar a
los míos, motivarlos y dejarlos disfrutar. Uno está tranquilo cuando sabe que
se ha hecho un esfuerzo considerable para conseguir algo. Y como suele ser, dio
sus frutos, otro pleno en mi curriculum, 3 aprobados para Shodan y 1 aprobado
para Nidan. Mi más sincera enhorabuena para ellos y para todos los que pasaron
de grado. Como dijo Tomás Sánchez Shihan todos los exámenes estuvieron a un
grado más que notable y eso es de agradecer, ya que demuestra que nuestra
asociación sigue en lo más alto… como siempre ha sido.